La sociedad exige la producción de alimentos con la mínima degradación de los recursos naturales. Entre estos se destacan los portadores de sellos que garantizan la no utilización de pesticidas en el proceso productivo. En tal sentido se han desarrollado sistemas de cultivo sustentables y, por lo tanto, menos dependientes del uso de pesticidas.
Actualmente, la producción agrícola en general, se está viendo limitada por diversos factores bióticos como insectos-plaga, que se desempeñan como vectores de múltiples enfermedades.
Debido a la concientización de los problemas causados por los pesticidas en el ambiente, la sociedad exige la reducción de su uso, de forma que la investigación prueba los más diversos productos. Esto ha llevado a revisar detenidamente las prácticas agrícolas y a buscar una agricultura menos contaminante y más sostenible.
Sanidad Preventiva y SAR (Sistema de Resistencia Adquirida)
Debido a que están enraizadas en la tierra, las plantas parecen estar a merced de todas las enfermedades e insectos provenientes del suelo. No obstante, las plantas en realidad tienen una serie de mecanismos de defensa. Uno de esos mecanismos es el Sistema de Resistencia Adquirida (SAR), gracias al cual, la planta produce una respuesta de defensa ante la presencia de enfermedad. Cuando un patógeno invade la planta, ésta envía una señal química de larga distancia desde el sitio de infección, para activar la respuesta SAR.
La inducción de resistencia de las plantas es un concepto antiguo pero que recientemente se empieza a comprender su funcionamiento y aplicaciones. Al ser estimuladas las plantas tienen una gran capacidad de crear defensas. La estimulación en las plantas se puede comparar como la vacunación de los niños. El SAR se puede estimular en la planta para una variedad de factores, como ataques por insectos, hongos o bacterias, heridas, altos niveles de la luz UV, herbicidas, quema con sales, etc.
Enzimas como quitinasas, glucanasas y pectinasas se encuentran ampliamente distribuidas en el reino vegetal. Se incluyen entre las proteínas relacionadas con la defensa de las plantas, cuya expresión se induce por agentes patógenos y por diversos estímulos físicos o químicos.
Entre los sistemas enzimáticos relacionados con la defensa se encuentran enzimas oxidativas que se consideran la primera línea de defensa de la planta, ya que se acumulan en el líquido apoplástico. Estudios recientes indican que las aplicaciones sucesivas de nutrimentos o activadores inducen repuestas vegetales diversas, producen sustancias con efecto antimicrobiano, tales como barreras físicas, que impiden, limitan o retardan la colonización de microorganismos patógenos.
Inductores de resistencia contra Fitopatógenos
Los vegetales poseen en su constitución genética, genes que codifican para producir numerosas “armas químicas”, extremadamente eficientes, que impiden o disminuyen el daño causado por los microorganismos nocivos.
Estos conocimientos sobre los mecanismos de defensa de los vegetales fueron adquiriendo mayor importancia por la incorporación de nuevos conceptos de manejo de cultivos, en búsqueda de una agricultura más sustentable, tornándose indispensable investigar métodos opcionales de control de fitopatógenos, que sean al mismo tiempo eficientes y menos agresivos a la salud humana y a la agroecología.
Fosfito de Potasio: Un nuevo concepto en sanidad y fertilización
El ión fosfito es un compuesto relativamente sencillo pero de una gran importancia en sanidad vegetal: presenta un efecto fungicida, defensa de la planta mediante el mecanismo SAR y por otro lado provoca cambios en la pared celular del hongo, fraccionándola en una serie de elicitores, y activando el proceso inmunológico anteriormente descrito.
El ión fosfito ejerce un efecto directo en interrumpir el metabolismo del hongo. El efecto radica en que este ión compite con el fósforo en diversas rutas metabólicas catalizadas por diversas enzimas fosforilativas, por ejemplo, en la fosforilación del MAP a DAP, y de éste a ATP. De esta manera, los procesos implicados en transferencia energética del hongo, sufren un considerable retraso e incluso pueden llegar a bloquearse.
Ventajas reconocidas en el uso de inductores de resistencia:
1.- Aumento del nivel de resistencia por la activación de los mecanismos latentes sin alteración del genoma de la planta.
2.- No imponen presión de selección sobre el patógeno, dificultando la quiebra de la resistencia.
3.- Son efectivos contra virus, bacterias, hongos, nematodos e insectos (amplio espectro).
4.- Tienen efecto sistémico, persisten y confieren protección de manera natural.
5.- Se emplean preventivamente.
6.- Tienen efecto de protección prolongado.
7.- Son soluciones estables.
8.- Proveen control eficiente y de bajo costo.
9.- Menor número de aplicaciones en comparación con los fungicidas tradicionales.
10.- Son seguros desde el punto de vista ambiental.
11.- Son biodegradables, no pesticidas.
12.- Inocuos para personas, animales y las propias plantas.