En nuestro país y especialmente en nuestra región, es urgente y prioritario que todos los agricultores realicen una agricultura sostenible, justa y rentable. La agricultura en su globalidad, tiene potencialidades para hacer un aporte mucho más significativo a la solución de los grandes problemas regionales, nacionales y mundiales. La necesidad de que los agricultores sean más eficientes para poder ser rentables y competitivos está fuera de discusión, el problema consiste en el cómo y en él con qué hacerlo.
El cambio climático y la seguridad alimentaria serán los desafíos más importantes para nuestra supervivencia en este planeta en las próximas décadas, siendo la agricultura y el sector rural actores decisivos y pilares fundamentales para un desarrollo sostenible. Por lo tanto, no podemos ser indiferentes ante tal situación y debemos tomar acción rediseñando nuestro sistema de producción de alimentos para contribuir eficazmente a disminuir el impacto del calentamiento global, al tiempo que nos alimentarnos de manera saludable y en condiciones favorables.